Este concepto integrado de calidad nos ayuda a no perder de vista el bosque ni los árboles. Nosotros lo expresamos con un lema: “Nuestro compromiso con el medioambiente nos ayuda a mejorar la calidad”. Estas palabras nos sirven de camino y son un gran tronco que no para de generar nuevas y vigorosas ramas.
Las emisiones de CO2 derivadas de la fabricación de nuestros ladrillos también son muy bajas, y cada vez más debido al control y a las mejores establecidas para aumentar el rendimiento de la producción disminuyendo el CO2. En el año 2012 las emisiónes de CO2 fueron de 95Tn, en el año 2013 fueron de 75Tn y en este 2014 hemos logrado disminuirlas hasta 70Tn a pesar de tener un mayor volumen de fabricación.
Actualmente nos surtimos de varias canteras repartidas en cuatro comunidades autónomas: Castilla-La Mancha, Andalucía, Extremadura y Madrid.
Lo mejor para nosotros es que la calidad de esta tierra es extraordinaria para realizar ladrillo rústico; seguramente no habrá tierra con mejores cualidades, al menos nosotros –que como queda dicho nos hemos recorrido toda España realizando sondeos exploratorios-, no hemos encontrado una materia prima mejor. También es muy bueno para nosotros el que esta tierra sea una tierra exclusiva, lo que nos pone las cosas más fáciles a la hora de competir, puesto que lo hacemos con las mejores armas. Y es que todo es mucho más fácil cuando se parte de la mejor materia prima.
El barro, como suma de agua y arcilla, sin trucos. De manera natural, sin aditivos.
Tenemos la suerte de estar desarrollando el horno H2G, un modelo de horno revolucionario, muy eficaz en términos energéticos y muy respetuoso en términos medioambientales. Consume menos de la mitad de energía que la utilizada de media en el sector y, con los menores costes en recursos, consigue los índices más bajos en cuanto a emisiones. Además es un horno ecológico 100% puesto que solamente utiliza biomasa como combustible, lo cual es muy bueno también para el medio ambiente.
En vez de combustibles fósiles de alto poder contaminante, en Las Losas utilizamos el serrín, un recurso recuperable. Con nuestra actividad ayudamos a las empresas de reciclaje a acabar con los residuos de la industria.
Pero en términos de calidad también este horno se muestra superior, puesto que permite un control exhaustivo de temperaturas de manera diferenciada en las diferentes áreas, lo cual es fundamental para conseguir la mayor calidad en el campo del ladrillo rústico.
También el cocer un 15 % más alto que nuestros competidores, por exigencia de nuestras tierras que cuentan con características refractarias de manera estándar, nos otorga altos grados de calidad que viene a ser connatural de nuestro producto y que nos diferencian.
Mantener siete controles de calidad nos ha hecho ahorrar en costes medioambientales y de producción, al detectar las no conformidades en el momento en el que se producen y no cuando han recibido costes añadidos suplementarios.
Y lo más importante, garantiza a nuestros clientes que ninguno de los pasos que damos se da al azar. Todo está premeditado, todo está medido. La calidad no es aleatoria, tiene sus causas. Eso implica que la calidad en cada parte del proceso está asegurada. En cuestión de calidad vale más pecar de exagerados