Un producto cerámico rústico es una pieza conformada mediante moldeo, extrusión o prensado, que se obtiene por el amasado, modelado y cocción de rocas arcillosas debidamente pulverizadas e hidratadas, que cuenta con características de conformación y aspecto que rememoran la de los cerámica tradicional para la construcción.

La cerámica rústica es aquella que cuenta con las siguientes características: Aspecto natural de los productos, variaciones formales, conformación irregular, marcas desiguales, tolerancia de medidas y diferenciación tonal o destonificación. Estas caracteristicas se consiguen en los procesos tradicionales. Es muy difícil que se consigan resultados satisfactorios en los procesos industriales puros. Por eso no hay muchos fabricantes que elaboren buenos ladrilllos rústicos a precios competitivos.

Un ladrillo Klinker es un ladrillo fabricado con unas arcillas especiales, que por estar cocido a altas temperaturas su estructura capilar gresifica (cierra poros), consiguiendo tener una absorción de agua menor del 6 %, una resistencia característica normalizada a la compresión superior a 450 Kg/cm2 y una densidad superior a 2 Kg/dm3.
Consiguiendo estas características técnicas cumplimos las normas que exige el Sello de Calidad AENOR KLINKER.

Los ladrillos refractarios se refieren a aquellos que pueden resistir mas de 1100°C sin descomponerse, que mantienen su resistencia y estructura a altas temperaturas, son capaces de resistir los choques térmicos, ser químicamente inerte, presentar una baja conductividad térmica y un bajo coeficiente de dilatación.

Puede obtener cualquier producto de las losas directamente en fabrica o traves de nuestros colaboradores. Para saber si existe algun colaborador cerca de su zona, entre en esta pagina donde puede buscarlo. Recuerde, que si no existe ninguno en su zona geografica, o si lo desea, puede pedirlo directamente a fabrica.

Así es. Los ladrillos rústicos cuentan con más controles de calidad en las fases del proceso porque deben de asegurar la misma calidad de un cara vista convencional por xigencia de la normativa, pero además deben asegurar la calidad debida a las variaciones que le dan entidad a la cerámica rústica. Eso exige estar más atentos, de manera que ambos aspectos queden asegurados.

Tanto las baldosas de barro como los ladrillos son de primera calidad cuando el fabricante es capaz de asegurar mediante análisis y controles que tanto las materias primas utilizadas como los procesos se atienen a unas pautas o patrones contrastables por terceros, y también cuando puede demostrar que está preparados para detectar posibles errores cuando se producen y para resolverlos inmediatamente que se detectan. La mejor forma de asegurar la calidad de los productos cerámicos es a través de un sistema de Calidad y Medioambiente como el implantado en Cerámica Las Losas.

Se da por hecho. Cuando un sistema está implantado uno de los factores que se aseguran es el de la calidad de las materias primas, calidad que viene dada por sus cualidades para el proceso cerámico y por su homogeneidad al o largo del tiempo.

Nuestros productos solo contienen materias primas naturales. En particular arcillas exclusivas procedentes de los más escogidos orígenes y agua de los Montes de Toledo, que se utiliza para otorgar plasticidad a las tierras.

No utilizamos modificadores de la plasticidad ni aditivos químicos. Nos aprovechamos de la sabia combinación de arcillas complementarias para conseguir las mejores mezclas y los diferentes colores. De esta manera aseguramos a nuestros clientes la estabilidad del producto y su completa naturalidad.

La cantera principal está a pie de fábrica. Es la base de todos los productos que elaboramos y a ella se deben las grandes cualidades técnicas que presentan nuestros productos. Pero además de este origen contamos con bancos arcillosos en Extremadura, Andalucía, La Mancha y Madrid.

Los orígenes exclusivos de nuestras arcillas hacen que no puedan encontrarse en el mercado ningún producto con cualidades similares tan resaltadas.

El conocimiento sobre las materias primas de los técnicos de Las Losas es el más completo que existe, puesto que se apoya en el banco de datos más importante de España sobre bancos arcillosos en la Península Ibérica, resultado de miles de sondeos exploratorios. A la elección de los mejores orígenes hay que añadir el continuo seguimiento y control de los materiales y de los procesos de preparación de los mismos.

La cantera principal de Las Losas hoy ocupa el espacio que hasta la década de los sesenta última ocupó la mina de grafito más importante de España. Esta característica hace que cantidades apreciables de grafito entren a formar parte de todos nuestros ladrillos, lo cual les dota de un comportamiento excelente frente al fuego, determinando alguna de las mejores cualidades de nuestros productos. Por eso en Las Losas hablamos de calidad Grafito, un concepto exclusivo que es en parte el culpable de la calidad sobresaliente de nuestros productos.

Efectivamente, nuestros productos puede que sean los que muestran mejores datos del mercado en cuanto a resistencia mecánica y otras cualidades técnicas. Ello se debe a dos razones que entran por igual a explicarlo: Las materias primas son las más apropiadas para la confección de ladrillos rústicos caravista y el proceso exclusivo basado en el horno H2G aporta unas condiciones que no pueden reproducirse mediante otros sistemas.

Básicamente son dos las propiedades por las que obtenemos productos cerámicos de las arcillas: Son, la plasticidad, que hace que se moldeen con facilidad, y la resistencia mecánica, que se adquiere cuando se aplica altas dosis de calor. El calor también otorga cierta impermeabilidad a los productos y resistencia al fuego.

Sí lo es. En Las Losas cocemos a una temperatura muy alta, que es un quince por ciento más elevada que la de nuestro inmediato seguidor. La razón se encuentra en las arcillas, que pueden soportar las temperaturas más elevadas, lo que hace que nuestros productos sean en la práctica todos ellos productos refractarios y que obtengan las mejores calificaciones en los ensayos técnicos comparativos.

Son moléculas de agua que forman parte de la molécula de la arcilla (silicato alumínico hidratado) y cuya pérdida provoca la destrucción de la arcilla y su transformación en cerámica.

Hay dos tipos de agua presentes en las arcillas. Una es la denominada zeolítica, que se encuentra presente en los vacíos de la red cristalina de la arcilla y cuyo desprendimiento no produce la rotura de la molécula. Por otra parte está el agua de constitución, que es el agua que forma parte de la molécula de arcilla y cuyo desprendimiento provoca la destrucción de la arcilla.

Las arcillas grasas son dentro de las arcillas las que presentan mayor plasticidad, incluso con el aporte de muy pequeñas humedades. La razón es que en su composición hay muy baja concentración de arenas silícicas. Tienen una ventaja, que se moldean con facilidad, pero también un inconveniente, que son muy adherentes y dificultan el proceso cerámico, por lo que se hace preciso combinarlas con materiales desengrasantes que rebajen en cierto término las cualidades plásticas.

El proceso más importante en la preparación de las arcillas, posterior al de la selección de los mejores bancos, es el de la meteorización, que consiste en someter a las arcillas recién extraídas del terreno a la acción continuada de los agentes atmosféricos. Conseguimos reducir el tamaño del fragmento arcilloso y depurar las arcillas.

Es el proceso según el cual las arcillas sufren un tratamiento de reposo de corta duración que tiene como objetivo homogeneizar la humedad en la pasta de arcilla.

La maduración es un reposo de corta duración y el podrido es un proceso de larga duración. Con la maduración tratamos de mejorar la homogeneidad de la humedad en la pasta de arcilla y con la pudrición mejorar la plasticidad y reducir la tendencia al agrietamiento de las pastas.

Levigación es un proceso en el que se depositan las arcillas en balsas con el objetivo de obtener arcillas muy depuradas y de tamaño muy fino.

Claro que sí. Dependiendo de si son ladrillos o baldosas o de los diferentes tipos de producto el tratamiento y la preparación de las tierras varía. De esta manera ayudamos a dar a cada producto de las notas que lo hacen distintivo y conseguimos las más diversas terminaciones.

La nota distintiva de la molienda en Las Losas es el alto nivel de desarrollo de un proceso que responde a los elevados niveles técnicos de la cerámica de hoy, pero que además debe superar el alto grado de exigencia de los materiales, seguramente el conjunto de tierras más abrasivas del sector. Lo que es bueno para la calidad también puede, como en este caso, que exija retos añadidos. Esta circunstancia es más que significativa en el resultado final, puesto que las circunstancias de molienda son uno de los aspectos que más influyen en el marchamo que adquieren los productos de Las Losas.

Claro. La molienda y antes la selección de las tierras apropiadas, su tratamiento y su mezcla. Y luego la cocción focalizada, todos son aspectos necesarios para fabricar ladrillos rústicos. Eso constituye ell proceso segurametne más exigente y más difícil de toda la industria cerámica, frente a lo que pueda opinarse con frecuencia.

Mucha diferencia. Aunque la composición de la tierra es la misma dependiendo de cada uno de los colores, el comportamiento de la misma en cada uno de los procesos varía. La razón es que se aplican diferencias de trato ya desde los momentos primeros y preparatorios de las distintas mezclas. Las divergencias se van ampliando en los sucesivos pasos productivos y tienen su principal efecto en el proceso de conformado de las piezas. En un caso por moldeado en otro por extrusionado, es decir, aplicando grandes presiones y reduciendo el aporte de agua. También dentro de los ladrillos semimanuales existen grandes diferencias en los pasos previos de preparación de la masa, lo que facilita el que hablemos de dos productos tan diferenciados, aunque compartan la esencia en el procedimiento que les da su conformación.

Ambos son muestras excelentes del ladrillo caravista rústico y no se puede hablar de mejor o peor ladrillo. Unos tienen unas propiedades y otros cuentan con otras. Lo importante es conocer bien la realidad de unos y otros, puesto que su comportamiento en obra será bien diferente. Es cierto que algunos aducen una superioridad técnica en los ladrillos semimanuales. Pero lo único que se ha comprobado en la práctica es que las obras realizadas con ladrillos manuales en la antigüedad siguen inalterables asistiendo al paso del tiempo después de muchos siglos. Si los ladrillos semimanuales se comportarán igual es una incógnita, aunque de ser cierto su pretendida superioridad sobre los manuales tanto las casas realizadas con unos como con otros nos superarán en el tiempo y a muchas generaciones que nos sigan.

No. La palabra extrusionado alude al método de conformación de las piezas. La palabra semiamnual alude al proceso completo. Los ladrillos semmanuales están elaborados mediante extrusión en una bomba de vacio. Luego, estos ladrillos siguen un proceso de fabricación equivalente al de sus parientes los ladrillos manuales. Solamente el método de conformación separa a los ladrillos manuales de los semimanuales. Sin embargo, yendo a la pregunta, los ladrillos extrusionados pueden ser primos tan lejanos como lo son los ladrillos estructurales de los ladrillos caravista, con los que no les une nada más que el modo en que están conformados. Por decirlo gráficamente, todos los ladrillos semimanuales son extrusionados, pero no todos los ladrillos extrusionados son semimanuales.

Queremos decir que los ladrillos se fabrican y son iguales en todo a los ladrillos tradicionales realizados por moldeo en marcos, es decir, aplicando la masa dentro de un marco, enrasando para retirar el sobrante y retirando el marco para que quede el ladrillo o la baldosa sobre un fondo que puede ser enarenado o no. El tratamiento manual continúa en la selección y en la colocación para su cocción, realizada también de manera tradicional. En Las Losas lo hacemos así y nuestros productos tienen tanto éxito que desde hace algunos años venimos siendo el fabricante número uno en España en este tipo de productos. Se llame ladrillo manual, ladrillo de era o ladrillo de tejar, siempre es lo mismo. Un ladrillo como el de toda la vida, o como nosotros decimos, la cerámica de todos los tiempos.

Decir ladrillo de era es exactamente igual que decir ladrillo de tejar e igual que decir ladrillo manual. En la arquitectura tradicional se llama a los ladrillos manuales ladrillos de tejar para contraponerlos a los adobes, bloques de barro que no se cocían. Los cocederos eran también cocederos de tejas, de ahí el nombre. La diferencia es que la teja necesariamente había de cocerse para que cumpliera su función, por eso dío nombre a los cocederos.

Lo de ladrillo de era viene de las explanadas empedradas o enarenadas sobre las que se asolaban antiguamente los ladrillos manuales antes de cocerlos. Ese sistema era también utilizado por los árabes, cultura dominante en bastantes partes de nuestro territorio durante casi un milenio y que elevó al ladrillo a la cima en su consideración arquitectónica, realizando con él alguno de los más bellos edificios del mundo, e influyendo posteriormente en los estilos mudéjar, neomudéjar y arqueoindustrial. Por eso al ladrillo manual se le llama ladrillo árabe.

A los ladrillos manuales antiguamente en ciertas zonas se les llamaba ladrillos de rejal, puesto que la forma de colocarlos para proceder a la cocción hacía un rejal o enrejado, que permitía que los ladrillos se sostuvieran apoyados unos en otros, y al mismo tiempo permitía el paso del fuego para que se cocieran correctamente.

Efectivamente, los antiguos modos de cocción no eran capaces de obtener un producto uniforme en cuanto a calidad, como ocurre actualmente con los nuevos hornos, como el H2G, evolución tecnológica exclusiva de Las Losas. Las dificultades que se tenían los antiguos tejares para realizar cocciones uniformes obligaba a seleccionar el producto según el grado de cocción, o lo que es lo mismo de calidad. Se obtenía una variedad de tipos que se clasificaban según el siguiente patrón: porteros, pardos, pintones, recochos, escafilados y santos. Los más apreciados eran los recochos. Los escafilados se empleaban en arquetas y obras menores, generalmente ocultas. Los porteros no tenían utilidad ya que estaban poco o nada cocidos en algunos casos simplemente secos y en ocasiones se desmadraban; esto ladrillos se llamaban así porque usualmente eran los más cercanos a las bocas de extracción donde había fugas de calor. Los santos eran las piezas que más sufrían en la cocción, salían retorcidos, negros y quemados con exceso de cocción.

Hoy, los controles electrónicos de cocción, el control automatizado de variables y los programas informaticos de conducción consiguen un producto técnicamente perfecto. Quien gana con todo esto es, lógicamente, la calidad de producto. La desventaja es que a veces se les quita a los prodcutos cerámicos el alma y la gracia que sí conseguían los modos tradicionales. Esto último en Las Losas lo resolvemos gracias a nuestro horno H2G que, además de controlar perfectamente las variables que nos otorgan la mayor calidad, nos permite un tratamiento focalizado en el interior del horno en los puntos previamente determinados, con lo que conseguimos las variaciones tonales que nos caracterizan. Este procedimiento es exclusivo de Las Losas, por lo que esas ventajas solamente las podrás detectar en nuestros productos.

En Toledo se fabrican muy buenos ladrillos rústicos. Y, pecando de inmodestia, se fabrican los nuestros, que es difícil que exista algún otro que se les iguale, por su calidad y por el respeto con que se fabrican, respeto a la naturaleza y respeto a la tradición. Pero yendo a la pregunta, algo de verdad puede que tenga el dicho puesto que en muchas ocasiones para estos ladrillos se usa la denominación de ladrillo toledano. También hay buenos ladrillos rústicos en otras partes de España. De hecho los principales fabricantes de ladrillo rústico están a la vanguardia técnica y tecnológica dentro del campo de los ladrillos caravista.

No. Llamamos ladrillos semimanual a aquel que conserva todos los aditamentos del ladrillo manual en todas las partes del proceso menos en una, la conformación, que en este caso se realiza mediante un procedimiento de extrusionado, es decir alcanzando grandes presiones en una cámara de vacío que cuenta con una única salida por donde el producto sale conformado. Fuera de esto el ladrillo semimanual sigue un proceso similar al ladrillo manual.

Se denomina ladrillo caravista a aquel que se fabrica con la idea de que luzca sin rebocos o enlucidos. Eso es porque en sí mismo cuenta con una belleza propia que lo hace propicio para lucir en fachadas y muros interiores. Pero también, portque cuenta con cualidades técnicas para soportar los agentes externos sin que sufra la obra. En este sentido el ladrilll rústico es un ladrillo caravista que cuanta con un acabado tradicional.

En términos estrictos la biomasa es el total de materia viva que existe en nuestro planeta. Pero en términos energéticos se denomina biomasa a aquellos residuos que fueron parte de organismos vivos y que se procesan para convertirlos en fuente de energía. En este sentido entran dentro de estea definición la materia forestal, las plantas herbáceas, los cultivos agrícolas, los residuos del procesamiento de alimentos o muebles, las algas y en general todo el material procedente de seres vivos que se usa para generar energía es biomasa energética.

Como combustible utilizamos únicamente orujillo de aceituna, madera de podas y serrín de origen forestal o de la industria primaria de la madera. Como se ve, en Las Losas usamos biomasa exclusivamente vegetal. El beneficio es doble, dado que además de dar un uso a los residuos para producir energía térmica, ayudamos a que no se formen grandes vertederos de materiales, que pueden ser fuente de suciedad o infecciones para las plantas.

Nuestra opinión es que cuantos más pasos ahorremos a la hora de hacer las cosas menos gasto energético tendremos y menos influencia negativa, por tanto, tendrá nuestra actividad en la naturaleza. Por eso nuestros esfuerzos durante años se han dirigido a desarrollar sistemas de administración de la biomasa lo más cercana posible a su estado natural. Creemos que el biogás, biodiésel, bioetanol y otros combustibles que tienen su origen en biomasas generan unos gastos energéticos de transporte y transformación que, sinceramente, nuestro proceso se puede permitir evitar. Dado que hasta la fecha hemos conseguido un suministro cercano a nuestra planta podemos seguir apostando por esta manera natural y sencilla de hacer las cosas. Además conseguimos que nuestros proveedores sean nuestros vecinos, con lo que los beneficios derivados repercuten en la zona.

Realmente no existe un mercado desarrollado. Ese es uno de los principales problemas con los que nos encontramos y tememos que en el futuro la oferta va a disminuir, al disminuir el peso de las formas económicas primarias. Actualmente trabajamos en estudiar las posibilidades de aprovechamiento de residuos agrícolas tradicionales que nunca se habían utilizado como fuente para generar energía térmica con destino industrial. Confiamos en que también el futuro nos traiga producciones estables y continuadas en el tiempo, dado que actualmente los recursos sufren de gran estacionalidad. También confiamos en que las administraciones se vuelquen con este recurso tan importante y tan necesario.

En Las Losas nos tomamos tan en serio el asunto de la energía que estamos creando un cuerpo teórico original sobre lo que debe de ser el desarrollo de la industria sostenible. Ya son muchos los principios sobre los que apoyamos nuestra labor, pero los principales con respecto a los combustibles son estos dos: 1. “La biomasa vegetal es dentro de las biomasas la fuente energética más ecológica” El peso calórico de la biomasa vegetal es similar al resto de biomasas, pero para su generación se utiiza menos energía (Principio del menos es más). Por otra parte los beneficios son generales y se extienden sobre todas las constantes que afectan a la vida sobre nuestro planeta, incluidas las afecciones visuales y paisajísticas. 2. “En el veneno está el antídoto: Las plantaciones de bosques y cultivos necesarias para soportar el gasto energético industrial son suficientes para contrarrestar los efectos negativos que el propio proceso industrial pueda generar” (Principio de los contrapesos naturales) Toda sustancia susceptible de ser oxidada produce energía. Si esta sustancia procede de plantas, entonces al ser quemada (oxidada) devuelve a la atmósfera el dióxido de carbono que la planta tomó al aire tiempo atrás cuando se estaba formando.

El proceso de destonificación en Las Losas es consustancial al propio proceso, de manera que todos nuestros productos cuentan con un toque de destonificación. En el caso de los productos destonados o destonificados la destonificación se lleva al extremo, recalcando el que cada unidad de producto sea diferente en cuanto al color y cuente con variaciones debidas al efecto de la temperatura. El efecto se consigue mediante la aplicación localizada de fuego en equilibrio con la aplicación de calor general de mantenimiento que se necesita en el proceso. El resultado es completamente natural, huyendo de las notas artificiales que caracterizan a los falsos destonificados.

Completamente.

Una de las características de los productos rústicos es que admite una tolerancia mayor en cuanto a variaciones de medidas, lo cual favorece el que existen diferencias formales entre los ladrillos. De esta manera el producto una vez colocado en obra puede ser identificado como producto rústico y por tanto, se pueden percibir las variaciones como otro atributo de calidad de estos productos. No es fácil conseguir esa característica cuando hablamos de un proceso industrial.

Los profesionales saben que han de contar con estas variaciones a la hora de levantar la obra, por eso en el planteamiento primero, antes del montaje, escogen piezas de varios paquetes y las colocan para promediar tanto piezas como llagas. En general se debe de contar con una llaga como mínimo del doble de la tolerancia marcada por el fabricante para cada modelo. Lo normal es que las llagas que se practican de manera tradicional superan ampliamente estos índices, yendo desde el centímetro o centímetro y medio a los dos o dos centímetros y medio, dependiendo de los modelos y de los usos locales.

Los análisis que periódicamente se realizan como forma de asegurar la calidad indican que nuestros productos no tienen carbonatos a la salida del horno, dado que las pequeñas cantidades de carbonatos que pudiera haber se descomponen en el proceso de cocción en su totalidad. Esto es muy importante, porque implica en la práctica que nuestros productos no adolecen del problema del caliche que afecta a tantos fabricantes. No obstante se realizan otra serie de procedimientos técnicos de producción de manera preventiva por si alguna veta de alguna de las canteras de manera puntual presentara índices más elevados de carbonatos y estos no fueran detectados en los controles de tierra. De manera que aplicando tratamientos específicos a las tierras al inicio del proceso, o aplicando otros al final del mismo, antes de la selección y el empaquetado, podemos asegurar el control exhaustivo de la presencia de carbonatos en nuestros productos.

Sí. Aunque el control de producto garantiza una uniformidad para cada modelo, el fabricante recomienda siempre que se mezclen los ladrillos de varios paquetes y que se mojen en agua clara y limpia. De esta manera se mejoran la adherencia de los ladrillos, por lo tanto la conformación de la obra es más consistente, y se reducen los problemas de eflorescencias debidas a la absorción de componentes de otros elementos que hayan intervenido en la obra. También, al mojar los ladrillos realizaremos un nuevo control de calidad sobre los mismos antes de su colocación, que pondría al descubierto problemas de caliche no detectados en los controles de calidad del fabricante.

Naturalmente. El valor estético de los ladrillos de era es enorme y por eso se utilizan cada vez más como elemento decorativo, bien único, bien contrapuesto a otros materiales y texturas. Dependiendo de los casos pueden usarse ladrillos completos, si se necesita aguantar carga, o si se busca solamente su función decorativa se pueden utilizar medios ladirlllos o plaquetas. Eso sí, no cometer el error de poner sucedáneos, que aunque cada vez están mejor conseguidos, no dejan de ser imitaciones que dejan en mal lugar a sus promotores. Como lo auténtico, la verdad, no hay nada.

Como ocurre con cualquier fuente futura de humedad debe aislarse completamente de las fábricas realizadas con ladrillos y cemento, puesto que al ser materiales porosos actuarán como surtidores del agua de riego de las plantas y aparecerán las manchas de sales en la superficie vista, pudiendo llegar a deteriorarse el material. Siempre, por tanto, cuando pueda haber posibilidad de evaporación de agua a través de los ladrillos o baldosas de barro hay que dar tratamientos impermeabilizantes para evitar la aparición de estos problemas.

Técnicamente no existe mucha diferencia a la hora de realizar la fábrica con ladrillo perforado o macizo, especialmente si se respeta la recomendación del fabricante de mojar los ladrillos antes de su colocación. Eso sí, generalmente los constructores prefieren usar ladrillos perforados.

Todo depende de los gustos y de las necesidades. Hay a muchas personas que no les gusta que se note el paso del tiempo por las baldosas o que adquieran manchas de verdín o de grasa. Hay otros que aprecian, por el contrario, el que los productos vayan adquiriendo carácter y nuevas aportaciones según pasa el tiempo. Dependiendo del gusto puede aplicarse un tratamiento que reserve de manchas. Estos tratamientos no influyen en las cualidades técnicas de las piezas por lo que pueden aplicarse por motivos estáticos discrecionalmente. Ocurre que a veces nos vemos obligado a aplicar estos tratamientos porque no hemos tenido en cuenta las recomendaciones del fabricante y de los técnicos proyectistas, o porque no hemos tomado en consideración las especiales circunstancias que presenta el terreno o la climatología, y aparecen problemas que podrían haberse evitado con una intervención previa. En estos casos es conveniente hidrofugar siguiendo las recomendaciones de los fabricantes.

Si tienes dos ladrillos diferentes en las manos puedes saber cuál es el mejor viendo su ficha técnica. Si la analizas pronto encontrarás diferencias y resolverás cuál es el mejor. Para confirmarlo de manera sencilla haz la siguiente prueba: Golpea los ladrillos con otro objeto, puede ser un objeto metálico para que las cosas sean más fáciles. Cuando oigas el sonido observarás también diferencias. Elige sin duda aquel ladrillo que tenga un ruido más metálico y cristalino.

Los ladrillos son materiales porosos que pueden absorber todo tipo de líquidos y, con ellos, de la suciedad que está disuelta en ellos. Puntos y momentos críticos son el de la descarga, el apilamiento o la colocación. Por eso es conveniente realizar la descarga con medios mecánicos, colocar los ladrillos reservados del suelo o de otras fuentes de contaminación, mojarlos en agua clara y ser aseados en la colocación de los mismos, colocando la pasta necesaria y evitando que rebose. De esta manera ahorraremos tiempo y dinero, y evitaremos muchos problemas.

Las Losas recomienda que siempre que vayas a iniciar una obra, por pequeña que sea, acudas a un técnico proyectista: Es el especialista que necesitas para conseguir los mejores resultados y el para ahorrarte mucho dinero. Yendo a la pregunta decirte que tienes que medir los metros de los paños de tu fachada. Calcúla cada uno de los paños. Luego réstale las superficies de las puertas y ventanas. Cuando sepas la superficie que has de rellenar, mide los centímetros del modelo de ladrillo que más te guste. Suma un centímetro al largo y al grueso y multiplica ambas cantidades. Divide 10.000 entre la cantidad que has obtenido y multiplícalo por la cantidad de metros que obtuviste al principio. Suma un 5 % a la cantidad obtenida y ya tienes la cantidad de ladrillos que necesitas. Una forma más fácil es ver el rendimiento en la ficha de producto del modelo que te gusta. Multiplícalo por los metros de las fachadas que quieras levantar y ya tienes la cantidad que andabas buscando.

Las eflorescencias son una de las principales consecuencias de los errores constructivos que se cometen cuando se utilizan ladrillos. Consisten en la aparición en la superficie de la fábrica de manchas o cercos formados por sales o carbonatos. Este error, perfectamente evitable si se utilizan las medidas profilácticas básicas y una técnica constructiva elemental, viene dado por tener contacto el muro de ladrillos con una fuente de humedad. La humedad asciende por capilaridad y se exuda por las zonas más soleadas o ventiladas. El agua, que viene mezclada con otras sustancias en disolución , se evapora, pero no ocurre lo mismo con las sustancias que quedan en la cara de los ladrillos evidenciando el problema.

Naturalmente. Las sales eflorescidas, si no se limpian rápidamente, pueden iniciar, solas o asociadas a otros fenómenos como el de la heladicidad, una descomposición del material cerámico, muchas veces irreversible.

Un nivel bajo de eflorescenicas es común al acabar la obra, aunque se hayan puesto todos los medios profilácticos. Puede que los ladrillos no tengan técnicamente contenidos en sales (los contínuos análisis que se hacen a los productos de Las Losas lo demuestran en nuestro caso), pero pueden sí contenerlos los morteros o la misma agua. Todas estas aportaciones deben de salir antes o después y es mejor que se exuden mientras están los trabajos de obra, porque se pueden limpiar más fácilmente. Por eso nuestra recomendación es bañar simplemente con agua y dejar secar la obra sucesivamente hasta que las eflorescencias dejend e aparecer.

En Las Losas recomendamos que los casos de eflorescencias sean tratados desde e principio por personal técnico. Los directores técnicos de obra son los responsables de la misma, por lo que a ellos hay que acudir y ellos deben ser los que marquen el camino a seguir. Seguramente sus indicaciones pasarán por diagnosticar convenientemente el problema, solventar la causa que lo provoca y, una vez que se ha asegurado que no volverá a aparecer, se limpiará la zona. Esto puede realizarse con baños consecutivos de agua, primero profundos y luego cada vez más ligeros, dejando secar bien cada vez para que el propio sistema autodepure sus sales. Otra opción final sería la de hidrofugar las piezas para anular su capacidad de absorción. Pero es muy importante asesorarse bien sobre estos sistemas de parte del proveedor de estas sustancias para evitar errores que podrían ser irreparables.

Sí. El horario de retirada de producto es ininterrumpido a lo largo de todo el año siempre y cuando se concierte una cita de carga.

Claro que sí. Tanto por las materias primas, como por la composición de las arcillas, como por el tipo de cocción, como por las afecciones al paisaje, como por la emisiones de CO2, como por el control de procesos de manera respetuosa con el medio ambiente, por todo ello puede decirse que nuestros ladrillos son ecológicos. No otro sentido tiene la iniciativa Ladrillos Verdes, que el de difundir los valores de neustros ladrillos como bienes ecológicos. Y tampoco tiene otro sentido la iniciativa de obtener la Ecetiqueta para nuestros productos.

Todos los productos de Cerámica Las Losas pueden ser adquiridos directamente en fabrica, poniendote en contacto con nosotros a través del formulario de contacto, por email o por telefono. Estaremos encantados de gestionar el pedido contigo.

Por otro lado, numerosos distribuidores trabajan con nuestros productos y estarán encantados de atenderte. Puedes buscar el más cercano a tu ubicación en la pestaña “Distribuidores” del menu superior.